En los conflictos en fase de
crisis en los que me ha tocado participar, he tratado de encontrar tres actores
que pueden asegurar la solución de la crisis, a los cuales llamaré los ases de
la gestión de crisis, y a los que hay que saber reconocer y articular, estos
son los mediadores, los conciliadores y los negociadores.
Hay que decir que un conflicto no
se resuelve solo y exclusivamente en una mesa de diálogo, muchos de los
acuerdos a los que se llega han sido construidos y acordados antes del acto
oficial de una mesa de diálogo, o de la entrevista con una autoridad, o eso es
al menos lo que se debe hacer.
Si se ha llegado a una crisis es
por lo lejano de las posiciones, al punto que se camina hacia la violencia o
esta ya se esta desarrollando. Para que una comunidad este tomando carreteras,
o un sindicato desarrollando una huelga indefinida, la lejanía de las ideas en
juego es tal que las partes no pudieron llegar a un acuerdo.
Lo peor es que en estas
situaciones lo que más piden los actores sociales es hablar con las más altas
autoridades, cuando el problema no con quien hablen, sino construir las
soluciones. En mi opinión una alta autoridad debe participar del diálogo cuando
ya se tiene una solución, es decir para poner la cereza en el pastel.
Por eso antes de exponer a
debates a las altas autoridades, uno debe encontrar una estrategia, que cuente
con estos tres ases.
Nuestro primer “As” los mediadores. Como todo
conflicto es fuerte por su organización que es el resultado de la comunión de
sus líderes, para poder salvar el escoyo de la falta de acuerdos hay que
acercarse a ellos, y conversar en un clima de confianza. Sin embargo, en una
crisis la comunicación es escaza y poco efectiva porque existe desconfianza. Es
en ese momento cuando uno busca el apoyo de otros líderes internos o externos,
que tengan ascendencia en la dirigencia, y en los generadores de corriente de
opinión para que nos ayuden a comprender la situación y a ser escuchados,
incluso individualmente. Esto nos va a abrir la puerta a los micro-diálogos.
Nuestro segundo “As” los conciliadores. No podemos usar
un micro-diálogo para negociar y llegar a acuerdo, tal cosa implicaría pasar
sobre los líderes de la comunidad (puentear) y podría incrementar el
enfrentamiento. Si hablamos con grupos, facciones o líderes es para buscar
posiciones conciliables y conciliarlas, y para eso necesitamos conciliadores,
personas que no van a negociar, sino a proponer, y diseñar ideas que pueden
gustar a ambas partes, dándole forma viable a las expectativas. En un
micro-diálogo hay que ser creativo y conocer técnicamente las soluciones. Los
mejores conciliadores son profesionales o funcionarios de nivel medio que
conocen la zona y la actividad, y mucho mejor si son autoridades locales. Me ha
pasado muchas veces que se incluía en los pedidos algo para solucionar un
problema que podría ser solucionado mucho mejor por otro camino. Por eso en
algunas mesas de desarrollo, se habrían “mesas temáticas”, por la necesidad de
darle contenido a las soluciones conciliadas.
Nuestro tercer “As” los negociadores. En una crisis
llega a haber hasta cuatro tipos de acuerdo; los preacuerdos, los acuerdos
parciales, los acuerdos provisionales y los acuerdos definitivos.
1. Los
preacuerdos son acuerdos no formalizados a los que se ha llegado al negociar
fuera de mesa con los principales líderes a partir de puntos que fueron
conciliados en micro-diálogos.
2. Los
acuerdos parciales son a los que se llega formalmente en un grupo temático o
una mesa en general, que resuelven una parte de los problemas. Sobre todo se da
en mesas temáticas. Por ejemplo; en una cuenca donde hay organizaciones de
productores de café, cacao, ganadería y madera, es probable que sea necesario
llegar a acuerdos parciales. Porque las necesidades de infraestructura, financiamiento,
mercados y asistencia técnica son distintas.
3. Los
acuerdos provisionales son aquellos con los que se levantan las medidas de
fuerza bajo la promesa de que algún punto se verá después.
4. Los
acuerdos definitivos son los que resuelven el problema.
Cada uno de estos tipos de
acuerdo requiere un negociador particular:
1. Un
preacuerdo necesita un negociador que genere confianza con los líderes. Un
funcionario incluso de mediano nivel, competente para asumir la solución.
2. Un
acuerdo parcial se logra con un negociador que sea la autoridad competente en
ese tema particular.
3. Los
acuerdos provisionales o definitivos necesitan negociadores con autoridad
política.
Les daré un ejemplo, hace años
asesoraba la jefatura de Agrorural y había un conflicto por la demanda de un
proyecto forestal, donde no se había avanzado cumplido con desarrollar el
proyecto. Por lo que estaba entrando en crisis y se había perdido la
credibilidad de los lideres comunales. Para encontrar la solución conte con el
apoyo un profesional laico que trabajaba con la Iglesia Católica, que medió
para acercarme a los líderes, con los que tenía ascendencia, y un forestal que
pudo convencer tanto la población, como los técnicos del Ministerio de
Agricultura, del cómo debía desarrollarse este proyecto. Este forestal obró
como mediador acercando la visión de la comunidad sobre un proyecto forestal
con la del Estado. Gracias a eso puede como negociador lograr preacuerdos, con
los que se saco adelante el proyecto forestal.