martes, 9 de abril de 2019

MANEJO DE CONFLICTOS LOS TRES ASES DE LA GESTIÓN DE CRISIS



En los conflictos en fase de crisis en los que me ha tocado participar, he tratado de encontrar tres actores que pueden asegurar la solución de la crisis, a los cuales llamaré los ases de la gestión de crisis, y a los que hay que saber reconocer y articular, estos son los mediadores, los conciliadores y los negociadores.
Hay que decir que un conflicto no se resuelve solo y exclusivamente en una mesa de diálogo, muchos de los acuerdos a los que se llega han sido construidos y acordados antes del acto oficial de una mesa de diálogo, o de la entrevista con una autoridad, o eso es al menos lo que se debe hacer.
Si se ha llegado a una crisis es por lo lejano de las posiciones, al punto que se camina hacia la violencia o esta ya se esta desarrollando. Para que una comunidad este tomando carreteras, o un sindicato desarrollando una huelga indefinida, la lejanía de las ideas en juego es tal que las partes no pudieron llegar a un acuerdo.
Lo peor es que en estas situaciones lo que más piden los actores sociales es hablar con las más altas autoridades, cuando el problema no con quien hablen, sino construir las soluciones. En mi opinión una alta autoridad debe participar del diálogo cuando ya se tiene una solución, es decir para poner la cereza en el pastel.
Por eso antes de exponer a debates a las altas autoridades, uno debe encontrar una estrategia, que cuente con estos tres ases.
Nuestro primer “As” los mediadores. Como todo conflicto es fuerte por su organización que es el resultado de la comunión de sus líderes, para poder salvar el escoyo de la falta de acuerdos hay que acercarse a ellos, y conversar en un clima de confianza. Sin embargo, en una crisis la comunicación es escaza y poco efectiva porque existe desconfianza. Es en ese momento cuando uno busca el apoyo de otros líderes internos o externos, que tengan ascendencia en la dirigencia, y en los generadores de corriente de opinión para que nos ayuden a comprender la situación y a ser escuchados, incluso individualmente. Esto nos va a abrir la puerta a los micro-diálogos.
Nuestro segundo “As” los conciliadores. No podemos usar un micro-diálogo para negociar y llegar a acuerdo, tal cosa implicaría pasar sobre los líderes de la comunidad (puentear) y podría incrementar el enfrentamiento. Si hablamos con grupos, facciones o líderes es para buscar posiciones conciliables y conciliarlas, y para eso necesitamos conciliadores, personas que no van a negociar, sino a proponer, y diseñar ideas que pueden gustar a ambas partes, dándole forma viable a las expectativas. En un micro-diálogo hay que ser creativo y conocer técnicamente las soluciones. Los mejores conciliadores son profesionales o funcionarios de nivel medio que conocen la zona y la actividad, y mucho mejor si son autoridades locales. Me ha pasado muchas veces que se incluía en los pedidos algo para solucionar un problema que podría ser solucionado mucho mejor por otro camino. Por eso en algunas mesas de desarrollo, se habrían “mesas temáticas”, por la necesidad de darle contenido a las soluciones conciliadas.
Nuestro tercer “As” los negociadores. En una crisis llega a haber hasta cuatro tipos de acuerdo; los preacuerdos, los acuerdos parciales, los acuerdos provisionales y los acuerdos definitivos.
1.       Los preacuerdos son acuerdos no formalizados a los que se ha llegado al negociar fuera de mesa con los principales líderes a partir de puntos que fueron conciliados en micro-diálogos.
2.       Los acuerdos parciales son a los que se llega formalmente en un grupo temático o una mesa en general, que resuelven una parte de los problemas. Sobre todo se da en mesas temáticas. Por ejemplo; en una cuenca donde hay organizaciones de productores de café, cacao, ganadería y madera, es probable que sea necesario llegar a acuerdos parciales. Porque las necesidades de infraestructura, financiamiento, mercados y asistencia técnica son distintas.
3.       Los acuerdos provisionales son aquellos con los que se levantan las medidas de fuerza bajo la promesa de que algún punto se verá después.
4.       Los acuerdos definitivos son los que resuelven el problema.

Cada uno de estos tipos de acuerdo requiere un negociador particular:
1.       Un preacuerdo necesita un negociador que genere confianza con los líderes. Un funcionario incluso de mediano nivel, competente para asumir la solución.
2.       Un acuerdo parcial se logra con un negociador que sea la autoridad competente en ese tema particular.
3.       Los acuerdos provisionales o definitivos necesitan negociadores con autoridad política.

Les daré un ejemplo, hace años asesoraba la jefatura de Agrorural y había un conflicto por la demanda de un proyecto forestal, donde no se había avanzado cumplido con desarrollar el proyecto. Por lo que estaba entrando en crisis y se había perdido la credibilidad de los lideres comunales. Para encontrar la solución conte con el apoyo un profesional laico que trabajaba con la Iglesia Católica, que medió para acercarme a los líderes, con los que tenía ascendencia, y un forestal que pudo convencer tanto la población, como los técnicos del Ministerio de Agricultura, del cómo debía desarrollarse este proyecto. Este forestal obró como mediador acercando la visión de la comunidad sobre un proyecto forestal con la del Estado. Gracias a eso puede como negociador lograr preacuerdos, con los que se saco adelante el proyecto forestal.

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