viernes, 10 de mayo de 2019

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS NEGOCIAR O SOLUCIONAR


En los conflictos sociales que se desarrollan en áreas rurales del territorio nacional es común que la población que protesta tenga una serie de demandas, a las que a veces damos por sentado como solución del problema. Lo cual no necesariamente así.


Los problemas que la población tiene pueden ser muy complejos, y si empezamos a negociar a partir de las demandas, es probable que no solucionemos los problemas. Por ejemplo, en una zona cafetalera los agricultores demandaban asistencia técnica y capacitación, pero cuando visitaba los cafetales el Ministro (Juan Manuel Benites Ramos) se percató que los cafetos tenían alrededor de 5 o 6 metros de altura, lo que significaba que no habían sido podados y atendidos por muchos años. Esas plantaciones ya no eran viables, y lo que correspondía era remplazarlas. A partir de eso se hizo una contrapropuesta, que finalmente fue aceptada por los cafelateros.

En otro caso, negociábamos con pobladores nativos en protestas contra una explotación petrolífera, que tenían todo tipo de demandas, como empleo, salud, saneamiento, electricidad, etc. Todos los cuales eran muy difíciles de cumplir en el corto plazo. 

Cuando analizamos el caso encontramos que la población nativa crecía a 3.4% anual, con lo que los recursos disponibles en el bosque ya no alcanzaban para su alimentación. Consultamos el caso a un líder nativo de otra zona del Perú, que nos asesoraba, y nos dijo que había que proponerles llevar ganado, y aves de corral. Presentamos la idea al más importante líder de la protesta, y nos confesó que no lo pidieron porque lo consideraban imposible, ya que todos los bienes hasta ese momento llegaban por helicóptero, o por pequeñas balsas de río. Llevar más de un centenar de reproductores de ganado Sebu o Brama, que era lo que necesitaban para su alimentación y las labores culturales parecía absurdo. Se tratada de llevar animales jóvenes por una semana contra la corriente de un río torrentoso, en época de lluvias (sino estaría seco el río), a más de 30 centígrados de temperatura.

Cuando supimos que esa solución permitiría un acuerdo provisional, que levantaría las medidas de fuerza y daría tiempo para trabajar los otros temas. Elaboramos un plan para este fin, y cerramos un trato con el líder. Hay que confesar que el transporte de ganado vacuno, porcinos y aves fue encargado a un proyecto especial que cumplió lo prometido gracias a una muy compleja operación logística, por lo difícil del acceso al lugar.

La ventaja de los ministerios o las principales instituciones públicas es contar con un cuerpo técnico muy experimentados, que puede producir soluciones que ni siquiera los que protestan esperaban.

De otro lado, más de una vez me encuentro algún “elefante blanco” (obra inútil) resultado un pedido de la población que se atendió sin evaluación alguna.

Por eso cabe decir que la gestión de conflictos, no necesariamente esta orientada a atender las demandas, sino a solucionar los problemas que incitan el conflicto. Antes de negociar, hay que determinar los problemas detrás del conflicto, y desarrollar un banco de soluciones, que aproveche las fortalezas de las instituciones que atendemos el conflicto.

La solución del problema, puede incluso resolver el conflicto sin negociar. Por eso antes de pensar en ¿Cómo negociar?, pensemos en ¿Cómo solucionar?.

Nota: la foto que aparece al medio es la del entonces Viceministro de Políticas Agrarias, Cesar Sotomayor, el día que hizo entrega del ganado y las aves a los nativos.

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